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María Jesús Vázquez: La historia de una emprendedora que convirtió su esfuerzo en un obrador de éxito

Plasticosur visibiliza a mujeres que han decidido emprender con trabajo y determinación.

En Plasticosur seguimos poniendo el foco en mujeres autónomas que han apostado por su propio negocio. De cara al Día de la Mujer, compartimos historias de quienes han transformado su camino profesional con constancia y trabajo duro.

Hoy conocemos a María Jesús Vázquez, fundadora de Mono de Dulce, un obrador donde cada creación es fruto del esfuerzo, la dedicación y el amor por la repostería.

Del trabajo para otros a levantar su propio negocio

Durante años, María Jesús trabajó en empresas ajenas, sintiéndolas como propias. Se involucraba en cada detalle, cuidando los negocios donde trabajaba como si fueran suyos. Pero un día se dio cuenta de que, si podía ayudar a otros a cumplir sus objetivos, también podía hacerlo con los suyos.

«Siempre me he implicado en los negocios donde he trabajado como si fueran míos. Un día decidí que era momento de apostar por mi propio proyecto.«

El mayor desafío: la lucha interna

Aunque muchos emprendedores mencionan los trámites burocráticos como la mayor dificultad, María Jesús señala que el mayor reto ha sido aprender a gestionar su propia mente. La comparación con otros negocios, con historias y recursos distintos, a veces puede ser frustrante.

Por suerte, ha contado con una red de apoyo inquebrantable que le ha ayudado a mantenerse firme en su camino.

Tendemos a idealizar nuestros proyectos y a compararnos con quienes tienen una historia muy diferente. Aprender a confiar en mi proceso ha sido clave.

Su mayor logro: abrir la persiana de su propio obrador

El momento más importante de su trayectoria ha sido, sin duda, levantar la persiana de su propio negocio.

«Conseguir abrir mi obrador ha sido un sueño hecho realidad. Aún no he podido celebrarlo porque desde que obtuve la licencia en diciembre no he parado.«

Un día en la vida de una emprendedora

Las jornadas de María Jesús son intensas y exigentes. A las 7:30 de la mañana empieza a hornear para tener la vitrina lista antes de abrir. Después, su día se reparte entre atención al público, gestión de pedidos, visitas a proveedores y captación de nuevos clientes.

«Es un no parar, pero es mi negocio. Mi padre siempre decía que el jefe es el primero en entrar y el último en salir. A pesar del cansancio, disfruto lo que hago

Su consejo para nuevas emprendedoras

Para María Jesús, el secreto del éxito es confiar en el proceso, sin comparaciones ni prisas.

«Cuida tu mente, no te compares y ponle todo el cariño del mundo. Con esfuerzo, los resultados llegan.«

Descubre más sobre su historia

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